Agua micelar, desmaquilla y elimina las impurezas, a la vez que respeta totalmente la piel. Tonifica y mejora la calidad de la piel. La piel, liberada del maquillaje, queda detoxificada, clara, fresca y luminosa, lista para respirar mejor.
Modo de uso:
Aplicar sobre el rostro con la ayuda de un algodón. No es necesario aclarar.