Historia de un blog que nace para celebrar las cosas que más nos gustan y resaltar la belleza interior y exterior que hay en cada una de nosotras.
¡Culpable! Me declaro culpable de todos los cargos de adicción a los productos beauty. Me resulta imposible no amarlos. Empecé a hacerlo desde que era una niña y mi madre, una self-made woman, salía cada mañana rumbo a su oficina dejando el rastro de nardo y jazmín de su perfume y con los labios vestidos de rojo aterciopelado, un color que aún sigue llevando. Cada noche, la observaba de reojo en su ritual frente al espejo, aplicando cuidadosamente en el rostro aquel elixir milagroso para atenuar las arrugas.
En lugar de jugar, yo prefería hurgar en su neceser tapizado de tartán y repleto de tesoros; memorizarme los colores de las paletas de sombras, atreverme a probar su rizador de pestañas, aplicarme un poco de esas cremas mágicas, y si tenía oportunidad, ponerme a escondidas un poco de su fragancia favorita, unas gotas de chic francés para una niña de diez. Era inevitable que no me descubriera, la huella del delito estaba en aquel aroma único a madera, frutas y especias.
Y así comenzó esta obsesión que creció con el tiempo, se hizo mayor en la adolescencia y se ratificó en mi etapa adulta, en la que disfrutó cada oportunidad de descubrir, aprender, investigar y experimentar la magia de los productos de belleza. Esos que te ayudan a sentirte y a verte bien, los que nos brindan seguridad, confort, que aportan glamour a nuestra vida cotidiana pero que también cumplen la misión de prevenir y corregir los signos del envejecimiento y protegernos de los radicales libres.
¡Como no ser una devota! Si los usamos a diario, de los pies a la cabeza, como un escudo protector, un aura que eleva nuestro espíritu y nos permite proyectar al mundo nuestra mejor versión.
Esa es la historia de este blog en el que navegaremos por el universo beauty. Un espacio en el que viviremos nuevas experiencias, compartiremos información validada y consejos de expertos y en el que descubriremos ideas únicas, productos innovadores y tendencias en maquillaje, fragancias y cuidado de la piel. ¿Mi propósito? Celebrar las cosas que más nos gustan y dedicar cada post a resaltar la belleza interior y exterior que hay en cada una de nosotras. Así que, con los labios pintados de rojo, comenzamos esta maravillosa aventura en la que espero saber de ti, conocerte, resolver tus dudas y enamorarnos una y otra vez de cada producto que llega a Perfumerías Magie.
PS El karma es inevitable. Lo compruebo mientras escribo esta nota y veo pasar a mi hija, con su rostro aún con rasgos de niña impregnado de crema hidratante; las pestañas extra alargadas gracias al rimmel que rogó le comprara y envuelta en el irresistible espíritu parisino de la fragancia que tomó sin descaro de mi tocador. La historia se repite…