Desde Cleopatra hasta las modelos más bellas de la actualidad, históricamente el secreto de una piel saludable y bella ha sido siempre la hidratación. Nutrirla y protegerla debe ser un hábito, sin límites de edad o género. Aquí las razones por las que el uso de la crema corporal es simplemente obligatorio.
¿E xistirá algún gesto de belleza más antiguo que el de aplicarnos hidratante para el cuerpo? Lo dudo. Pienso esto mientras me imagino a la legendaria y seductora Cleopatra cuando sus doncellas la consentían de pies a cabeza, ungiéndola con aceite de oliva o sésamo para mantener su piel suave y protegida. Seguro era uno de los tantos secretos de belleza de la reina egipcia.
¿Existirá algún gesto de belleza más antiguo que el de aplicarnos hidratante para el cuerpo? Lo dudo. Pienso esto mientras me imagino a la legendaria y seductora Cleopatra cuando sus doncellas la consentían de pies a cabeza, ungiéndola con aceite de oliva o sésamo para mantener su piel suave y protegida. Seguro era uno de los tantos secretos de belleza de la reina egipcia.
Aunque cada civilización tenía sus propios métodos, fue hasta el siglo II cuando Galeno, un médico griego, inventó la primera crema hidratante, elaborada a base de agua de rosas, cera de abejas y aceite de oliva o de almendras. Galeno comprobó que la fusión de estos ingredientes aportaba frescura y elasticidad a la piel, fórmula que sería mejorada continuamente por expertos y compañías cosméticas.
Así, el antiguo ritual de Cleopatra, claro, sin asistentes incluidas, sigue vigente más de dos mil años después, cuando personas de todas partes del mundo nos tomamos a diario un par de minutos para disfrutar el momento casi sublime de aplicar la crema corporal. No importa la hora o en qué orden lo hagamos, el hábito es heredado de generación en generación. ¡Es casi instintivo!
Más allá del confort o la estética, aplicarnos crema es una necesidad. Recordemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo y su función principal es protegernos de factores externos, como el clima, la contaminación y las bacterias. Pero esta capa protectora puede dañarse o secarse debido a factores externos como el clima seco o frío, que reduce la humedad en la piel; la exposición al sol, que aumenta la pérdida de hidratación; la edad y genética, que reducen la producción natural de sebo y el uso frecuente de jabones o productos químicos que remueven sus aceites naturales
Cuando pierde hidratación, nuestra piel se vuelve áspera, escamosa o incluso irritada, y pierde su capacidad de funcionar correctamente como barrera protectora. Es ahí cuando entran en escena las cremas hidratantes, que ayudan a restablecer y mantener los niveles adecuados de humedad en la piel, creando una barrera que evita la pérdida de agua y nutre la superficie de la piel.
Además, su uso previene problemas como resequedad, picazón e irritación; reduce la aparición de líneas finas y arrugas; propicia una textura más suave que ayuda a que la piel se sienta cómoda y elástica y alivia las molestias en pieles secas, sensibles o irritadas.
Elegir una crema para el cuerpo no debería ser tomado a la ligera. Siempre debes tomar en cuenta tu tipo de piel y necesidades específicas. Por ejemplo, si es seca, prefiere las ricas en ingredientes humectantes e hidratantes como ácido hialurónico, glicerina, manteca de karité, aceites naturales y ceramidas. Estas cremas suelen ser más densas para proporcionar una hidratación profunda.
Si es grasa, elige productos en gel o lociones ligeras, sin aceites (oil-free), con ingredientes como ácido hialurónico y la niacinamida, que hidratan sin obstruir los poros. Por otra parte, si es mixta, opta por productos de textura ligera y equilibrada, que no aumenten la oleosidad en las zonas grasas pero sí hidraten las zonas secas. La niacinamida y el aloe vera son recomendables. Y para los de piel sensible se recomienda el uso de cremas con ingredientes suaves y calmantes, como avena, aloe vera y manzanilla. Evita fragancias y colorantes que puedan irritar la piel.
Ya sabemos qué tipo de crema elegir, pero también es importante recordar cuáles evitar. Los productos menos adecuados son aquellos que en sus fórmulas incluyen ingredientes que pueden ser dañinos para tu piel como el alcohol, que puede provocar resequedad; las que contienen fragancias artificiales, causa común de alergia y sensibilidad y las que usan siliconas, que actúan como una capa de film transparente que se acumula en la piel, especialmente en los poros, y evita que transpiren, pudiendo producir acné, entre otros problemas.
En cuanto al mejor momento de aplicarla, la mayoría coincide en que hay dos momentos ideales: justo después de la ducha, cuando los poros están abiertos y absorben mejor los nutrientes de la crema, estabilizando su humectación natural. También puedes aplicarla antes de dormir, lo que le permitirá actuar a lo largo de la noche, manteniendo la dermis suave e hidratada.
El producto debe aplicarse en forma abundante, en todo el cuerpo, realizando movimientos circulares ascendentes para estimular el sistema circulatorio.
A estas alturas estarás echando un vistazo a tu frasco de crema para comprobar sus ingredientes. También podría ser un buen momento para probar un nuevo producto que podría brindar resultados increíbles. Recuerda que nuestro cuerpo merece el mejor trato. Así que elegimos algunas de las cremas que podrían convertirse en tus nuevas favoritas.
Crema Corporal Algas Salvajes y Perejil de Mar de Yves Rocher Combina las propiedades purificantes de las algas salvajes con el poder revitalizante del perejil de mar para ofrecer una hidratación intensa y duradera. Esta crema nutre profundamente la piel, dejándola suave y fresca, con una fragancia marina revitalizante. Su fórmula ligera y de rápida absorción es ideal para todo tipo de piel.
Kinesia Loción Corporal Avena de Lactovit Loción suave y eficaz está diseñada para restaurar y nutrir la piel, garantizando un brillo saludable y radiante. Formulada con ingredientes naturales, hidrata y protege profundamente. Está enriquecida con avena, conocida por sus propiedades calmantes, que ayudan a calmar la piel irritada y aportan una hidratación duradera. Además, contiene una mezcla de vitaminas y antioxidantes que combaten los radicales libres, promoviendo una apariencia joven y vibrante.
Eau Extraordinaire de Clarins Formulada con extractos vegetales naturales de hoja de vida orgánica y manteca de karité orgánica -y perfumada con notas vigorizantes de jazmín, pachulí, jengibre rojo, avellana y un refrescante toque de cítricos- esta crema corporal calmante envuelve la piel del cuerpo en un delicado velo de hidratación perfumada que refresca los sentidos, reviviendo la fuerza interior y la vitalidad para aportarle energía positiva a tu día. Hidrata, suaviza, calma, tonifica, nutre y refresca.
Bálsamo Superhidratante de Clarins Su fórmula con extracto de leche de melocotón, manteca de karité y cera de flor de naranjo reduce visiblemente los signos del envejecimiento provocados por el sol, el frío, la calefacción o el aire acondicionado. Suaviza las rugosidades, mejora la tonicidad de la piel y elimina con suavidad las células muertas que apagan la piel. Penetra rápidamente.
Body Smoothing Moisture Milk de Clarins Leche hidratante para el cuerpo posee una textura ligera y fundente que se desliza sobre la piel para aportarle confort, flexibilidad y suavidad al instante. Un sutil perfume de neroli envuelve el cuerpo con sus notas florales y hespérides. Totalmente suave, la piel está lisa y recupera su tacto aterciopelado.
Lait Corporel SPB de Biotherm Esta leche corporal diaria deliciosamente suave y con un frescor increíble contribuye a que la piel recobre al instante un aspecto satinado y liso. Repara la piel escamosa y barrera protectora mientras protege su elasticidad natural. Elaborada con extractos cítricos es un auténtico placer diario, con una fragancia delicada y una textura ligera no pegajosa ni grasa.
