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Piel grasa: cinco errores que no debes cometer

Involuntariamente podemos cometer ciertos errores que pueden empeorar los problemas de la piel grasa. Repasamos algunos de los más comunes para que rectifiques tus hábitos y tu piel luzca sana y radiante.

Aunque con los cuidados adecuados se puede sobrellevar muy bien, la piel grasa es motivo constante de estrés y preocupación. Ese exceso de sebo que suele aparecer en forma de parches brillantes en las zonas centrales del rostro, particularmente en la frente y la nariz, puede corregirse o disminuirse con los cuidados adecuados, o volverse más latente cuando no practicamos la rutina de belleza correcta.

Quizás te provoque frustración, pero la piel grasa es un problema muy común que se genera cuando las glándulas sebáceas trabajan en exceso y producen demasiado sebo, lo que la vuelve propensa a espinillas y otros síntomas de acné. Aunque los factores que la provocan van desde la genética, los cambios o desequilibrios hormonales, el estrés o la dieta, lo cierto es que gracias a los avances de la cosmética, la piel grasa se puede controlar con los cuidados y productos adecuados.

El cumplimiento de la rutina de belleza diaria es clave para mantener a raya esta condición, así como ciertos cambios en tu alimentación enfocados en evitar el consumo excesivo de grasas trans, carbohidratos procesados, azúcar y productos lácteos.

Tratar de contrarrestar la piel grasa se puede convertir en una obsesión que terminará provocando más daños que beneficios por eso hoy decidimos revisar los hábitos diarios en los que podríamos encontrar algunos errores comunes que estás a tiempo de contrarrestar. ¿Te identificas con alguno de ellos?

1. Lavar el rostro en exceso. Tener una piel grasa puede llevarnos a lavar y relavar el rostro con la errónea idea que removeremos mejor el exceso de sebo. Pero sucede todo lo contrario, entre más nos excedemos con la limpieza más despojamos a la piel de sus aceites naturales, promoviendo el deterioro de la barrera cutánea, resecando la piel, irritando la epidermis y causando eritema. Debilitada, la epidermis reacciona produciendo más sebo, provocando así el efecto contrario. Una limpieza rutinaria se debe limitar a un máximo de dos veces por día, una por la mañana y otra antes de dormir, evitando usar métodos agresivos como cepillos, guantes exfoliadores o esponjas konjac.

Te recomendamos: Purifying Gentle Foaming Cleanser by Clarins, el pequeño tesoro para pieles mixtas a grasas está formulado con el dúo Gentle Complex (genciana amarilla bio y melisa bio) que limpia la piel suavemente, preservando la microbiota cutánea; Gel Limpiador Purifincante by Yves Rocher, libera suavemente la piel de impurezas, rastros de maquillaje y exceso de sebo. Su textura fresca en gel esta formulada con ingredientes biodegradables y All About Clean™ piel grasa by Clinique, jabón líquido desarrollado por dermatólogos limpia suavemente y a profundidad a la vez que protege la humedad natural de la piel.

2. Abusar de los exfoliantes. Si tu piel es grasa, es crucial exfoliarla para remover las células muertas y destapar los poros, previniendo así los puntos negros. Sin embargo, esto no significa que debas hacerlo con demasiada frecuencia ya que puede irritar o incluso inflamar rápidamente la epidermis, promoviendo así una sobreproducción reactiva de sebo para protegerla. Finalmente terminarás con una piel aún más grasa. Lo ideal es de una a dos exfoliaciones por semana.

My Clarins Re-move Exfoliante, este polvo exfoliante iluminador elimina suavemente las impurezas para una piel limpia y purificada. Su extracto de moringa descontamina la piel en la superficie y elimina los restos de contaminación; Exfoliante Facial Luminosidad Ultra Frescor by Yves Rocher, exfolia, oxigena y refresca la piel a la perfección. Su textura en gel ultra fresca con polvo de bambú, exfolia y oxigena la piel dejándola suave y radiante con un efecto refrescante y 7 Day Scrub Cream Rinse-off Formula by Clinique, crema exfoliante suave desarrollada por dermatólogos que refina la textura, ayuda a alisar, pulir la piel y destapar los poros.

3. No hidratar la piel. Uno de los errores más comunes es creer que por su condición y aspecto, la piel grasa no requiere hidratación. Si es tu caso, déjame recordarte que todo tipo de piel necesita hidratación para compensar el agua que perdemos diariamente por la sudoración o la evaporación. Si no la hidratas, la piel lo compensará produciendo más sebo para crear una barrera protectora para retener el agua. En tu rutina no puedes saltarte el paso de aplicar hidratante dos veces al día, después de una limpieza suave. Opta por productos de textura fluida, ligera y fresca.

Te Recomendamos: My Clarins Re-Boost Day OS, crema hidratante matificante para pieles grasas y mixtas que reduce la apariencia de las imperfecciones y potencia la hidratación y la energía de la piel. Al instante, la piel está hidratada y sedosa, perfectamente matificada; Hydra Zen Glow Crema Hidratante by Lancome, humectante liviano, elaborado con 14 aminoácidos y ácido hialurónico que hidrata profundamente. Este humectante no pegajoso, ultraligero y no comedogénico tiene una textura sedosa y en crema líquida que se siente como una explosión de agua fresca y Hydra-Essentiel [HA²] by Clarins, emulsión enriquecida con ácido hialurónico que redensifica intensamente la piel al mismo tiempo que la suaviza. Su textura fresca y fluida se funde instantáneamente sobre la piel y la deja tersa, suave y con una sensación agradable.

4. No usar los productos adecuados. Utilizar los tratamientos o maquillaje inadecuado puede tener efectos negativos en la piel. Desde la limpiadora y la hidratante hasta la base y los polvos, debes asegurarte de usar lo más adecuado para tu rostro. La clave es sencilla: elige productos oil free y no comedogénicos. Al ser libres de aceites y lípidos, los tratamientos o productos de limpieza, evitan aumentar el aspecto graso. Utiliza los de texturas fluidas como emulsiones, sérums con ácido hialurónico, gel o cremas ligeras con ácido glicólico, ya que no aportan grasa. En cuanto al maquillaje es obligatorio que sean no comedogénicos, lo que significa que han sido formulados para no obstruir los poros, es decir que previenen la aparición de puntos negros y granitos.

Te recomendamos: Tónico Purificante by Clarins, loción tónica para pieles grasas que ayuda a restaurar el equilibrio de la microbiota cutánea gracias al revolucionario Microbiote complex, a la vez que reequilibra el tipo de piel, dejándola saludable y bella; Stay Matte by Clinique, polvos de textura ligera para dar a la piel un aspecto mate perfecto. Gracias a su fórmula sin aceites absorbe el brillo y mantiene la piel fresca. Siéntela suave incluso después de retoques frecuentes; Even Better Clinical SPF 20 by Clinique, el primer maquillaje clínico con la tecnología de tres sueros. Esta fórmula sin aceites incluye ácido hialurónico, ácido salicílico, y vitamina C + UP302 para que tu piel se vea mejor que nunca. Con protección solar SPF20 ayuda a proteger la piel de futuras manchas.

5. No lavar brochas y accesorios de maquillaje. A diario usamos brochas, esponjas y otros accesorios que tienen contacto directo con la piel y que cuando están sucias pueden constituir un auténtico caldo de cultivo para las bacterias, enemigos declarados de cualquier tipo de piel. Las impurezas, residuos de maquillaje, polvo y gérmenes que acumulan las brochas y esponjas se mezcla con el sebo, obstruyendo los poros y apagando la tez. De ahí la importancia de lavarlas al menos cada 7-10 días con agua tibia y jabón líquido para evitar que se conviertan en incubadoras de bacterias, e incluso moho si permanecen humedecidas mucho tiempo.

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