Las manos reflejan muchos aspectos de nuestra personalidad: con ellas saludamos, nos comunicamos, trabajamos, demostramos amor, usamos tecnología, cocinamos, en fin, son nuestras mejores herramientas. Pero también nos delatan, sino las cuidamos adecuadamente, envejecen de manera prematura y revelan mucho más que nuestra edad. Aquí cómo (y con qué) cuidarlas.

Justo en la adolescencia, cuando como un poderoso huracán llegan los cambios hormonales, con revolución de andrógenos y estrógenos incluidos, surgió mi obsesión por usar crema de manos. ODIO, así, en mayúsculas, sentirlas resecas o deshidratadas. Desde entonces empecé a humectarlas constantemente hasta convertirse en un gesto casi automático que aún persiste.

En realidad es un hábito heredado de mi madre, quien cada vez que nos llevaba en un road trip aplicaba filtro solar especialmente en sus manos explicándonos que el reflejo del sol las podía manchar y que era donde más se notaba la edad. Las cuidaba mucho, se notaba cuando escribía sus reportes y cartas en una máquina eléctrica donde sus uñas nítidas en rojo y sus manos siempre hidratadas era lo primero que admirabas en ella.

Tengo esas advertencias latentes, por eso siempre encontrarás una crema humectante de manos en mi bolso, en mi estación de trabajo y en mi mesa de noche. La uso conscientemente, estoy más que clara que su piel es fina y delicada y está expuesta a todo tipo de factores ambientales, radicales libres que pueden provocar un envejecimiento prematuro. Aún en personas muy jóvenes.

Desde chicos nos insisten en la importancia de lavarlas constantemente, lo que hace que eliminen su humedad natural. A eso hay que sumarle tres años de pandemia usando casi irracionalmente desinfectantes con alcohol, que a pesar que protegen, nos dejaron como resultado una piel seca, escamosa y agrietada.

Observa las tuyas, ¿cómo las ves? ¿Has sido generosa con ellas? Son nuestras principales aliadas, las necesitamos para absolutamente todo. Si aún no te convences, repasaremos las razones por las que debemos cuidar e hidratar las manos de la misma manera que lo hacemos con el rostro.

¿Crees que exagero? En lo absoluto. Basta con pensar que eventualmente, con el paso de los años, la piel seca y escamosa, las uñas quebradizas y las manchas oscuras de la edad hacen su aparición.

A medida transcurre el tiempo y las diferentes etapas, las manos pierden grasa y elasticidad y la piel pierde volumen. Este volumen reducido y elasticidad disminuida genera una piel translúcida que se arruga y desarrolla manchas de la edad.

Esas manchas, también llamadas manchas hepáticas o lentigos solares, también aparecen justo después de la exposición a la luz ultravioleta (UV, cuando la melanina es abundante por la exposición solar. De ahí que puedes tenerlas a cualquier edad, especialmente si pasas mucho tiempo al aire libre o usas camas de bronceado con frecuencia.

Pero no todo son malas noticias, un régimen de cuidado y protección diario puede ayudar a retrasar un poco el proceso. Mientras más temprano empieces, mejor. Aquí el plan básico para unas manos bellas, sin edad.

1. HIDRATA. Acostúmbrate a usar crema regularmente durante el día y cada vez que te laves las manos. Ten siempre un frasco a la vista en los lugares donde más puedas requerirla, desde el escritorio y el baño hasta el lavatrastos o la mesa de noche para que nunca olvides una aplicación, tanto en las manos como en las uñas. Prueba la Hand and Nail Treatment de Clarins, tanto en versión bálsamo como en crema; Bálsamo de Manos Pur Arnica de Yves Rocher o la Crema de Manos Flor de Lotus de Yves Rocher. En lo personal, en la rutina nocturna, aplico siempre un poco de mi crema hidratante para el rostro también en las manos, a la mañana siguiente lucen hidratadas y radiantes.

2. PROTEGE. Las manos y las uñas están expuestas a todo tipo de tareas, no solo abusamos del uso de equipo de tecnología sino que las usamos para prácticamente todo. De ahí que en algunos casos es obligatorio usar protección adicional, por ejemplo; con guantes forrados de algodón si te gusta la jardinería o guantes de silicona para cuando limpies con jabón fuerte o productos químicos. Ya que lavarnos constantemente las manos es un hábito que puede salvarnos la vida, hazlo siempre con un jabón de pH suave y sin alcohol.

3. EXFOLIA. Cada vez que te exfolies el rostro o el cuerpo no te olvides de las manos. Usa una esponja vegetal suave o un producto especial para eliminar la piel y células muertas de la parte superior de la palma de la mano y de los dedos y nudillos. Recuerda hidratar inmediatamente después. Recomiendo el Comfort Scrub Nourishing de Clarins; All About Cleab 2-IN-1 de Clinique o el Limpiador Exfoliante Detox Elixir Jeunesse de Yves Rocher.

4. APLICA FPS. Insiste en aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 50 o más también en las manos para contribuir en gran medida a prevenir las manchas y arrugas de la edad. Aplica antes de salir de casa, recuerda que tus manos están constantemente expuestas a los rayos UV, desde que conduces el auto hasta que permaneces bajo luces LED en la oficina. Puedes usar Fluido Protector Solar Mineral SPF 50 de Clinique; Creme Soleil Dry SPF 50 de Biotherm o Protector Solar Corporal UVA/UVB 50+ de Clarins.

5. COME SALUDABLE. Cuidar tu piel desde adentro hacia afuera debe ser tu consigna. Una dieta equilibrada rica en vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos omega-3 nutre la piel y ayuda a que las uñas crezcan sanas. Por el contrario, sino consumes proteínas, vitamina C o complejo de vitamina B o si tienes mala absorción, tus uñas pueden volverse quebradizas y pelarse o descascararse fácilmente.