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Un aroma cítrico amaderado llega a la familia de fragancias más reconocidas y exitosas de la historia de la perfumería.Polo 67es el nuevo perfume masculino de Ralph Lauren, una brillante composición que mezcla notas de origen sostenible en una exquisita y refrescante versión del más puro y sofisticado estilo americano.
Hace unos días tuve el privilegio de ser parte del íntimo grupo de invitados que asistió al lanzamiento en Tegucigalpa de Polo 67, la nueva adición a la exclusiva línea de fragancias de Ralph Lauren. Audaz, brillante y poderoso, este perfume masculino es un cítrico amaderado que contiene cinco ingredientes de origen sostenible: bergamota de Calabria, corazón de lavandín, geranio, salvia y vetiver haitiano.
Como un guiño a uno de los deportes favoritos de los estadounidenses, Polo 67 tiene como embajador al capitán de los Yankees de New York, Aaron Judge. Y es que desde su fundación, la herencia de Ralph Lauren ha estado profundamente arraigada en un espíritu de elegancia deportiva, fichando como imagen de sus campañas a famosos atletas de diversas disciplinas.
“Ralph Lauren es sinónimo del sueño americano. Como marca que siempre he admirado y con la que siempre he deseado trabajar, ha sido un honor colaborar con ellos, especialmente en una campaña de fragancias centrada en el diseño de tus sueños a través de la determinación y el coraje. Es un mensaje que realmente resuena en mi carrera como jugador de béisbol y en mi vida”, afirmó Judge en diversas entrevistas.
Percibimos la calidez solar que emana de su elegante frasco recargable en un azul profundo, de diseño consciente, en el que no pude pasar por alto ese número simbólico que destaca como señal de orgullo de la firma fundada en 1967 y que hoy es icono del estilo americano. En ese momento no pude dejar de pensar que todo comenzó con una corbata… Si, así como lees. Ralph Lifshitz, o como lo conocemos globalmente, Ralph Lauren, lanzó en 1967 su línea de corbatas bajo el nombre de Polo e inspiradas en el glamour del old Hollywood. El diseñador, de entonces 28 años, tenía un pequeño espacio en el Empire State Building en New York desde donde salía cada día con un cajón para ir de tienda en tienda ofreciendo sus corbatas anchas, confeccionadas a mano con las mejores telas. A Ralph, quien había sido asistente de compras en Brooks Brothers y posteriormente estuvo en el ejército, no le interesaban las tendencias. Él quería imponer su propio estilo, y vaya si lo logró. Un año después debutó con su primera colección masculina y en 1970 abrió su primera boutique en Bloomingdale’s bajo el nombre Polo Ralph Lauren.
Poco tiempo después abriría boutiques en Beverly Hills, Houston, Atlanta, Dallas, Detroit, Chicago, Palm Beach y Fort Lauderdale, donde mostraría sus primeros diseños femeninos: una línea de camisas ajustadas a la silueta con detalles inspirados en sus prendas masculinas y en la que se ostentó por primera vez el icónico pony bordado. Era el nacimiento de la que hoy conocemos como Polo shirt.
Mientras posicionaba su nombre con sus líneas masculina y femenina, Ralph diseñaba con éxito el vestuario para filmes de culto como El Gran Gatsby (1974) y Annie Hall (1977). Era fácil adivinar el siguiente paso.
En 1978 colocó una de las piedras angulares de su imperio al lanzar Polo for Men, una esencia con notas de pino, cuero y tabaco atesoradas en un frasco verde brillante. La novedosa fragancia se anunciaba en televisión en un comercial en el que se veían jugadores de polo en plena acción.
La generación de entonces no pudo resistirse a aquella fragancia de elegancia clásica, al más puro estilo inglés. La tradición fue la inspiración del perfume que reflejaba la autenticidad tan característica de la marca y el amor incondicional de Ralph Lauren por los caballos y el polo.
El american style que la firma ostentó desde su nacimiento llegaría a otros continentes con boutiques, accesorios, líneas de decoración, pasarelas de ensueño y campañas legendarias. Al universo Polo se adicionarían una y otra vez nuevas fragancias masculinas y femeninas. Frescas, innovadoras y formuladas para enamorar a millones, su éxito en ventas estaba asegurado.
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¿Qué fanático de Polo Ralph Lauren no tiene una de sus fragancias en su tocador? Desde boomers hasta centennials, todos sucumbimos ante las creaciones de la firma. En lo personal, me enamoré de Romance a finales de los 90, como olvidar esas notas de sensuales maderas aterciopeladas con notas florales y almizcle envueltas en un frasco cristalino y minimalista con tapón plateado. A través de mi esposo, he seguido de cerca la evolución de sus inconfundibles perfumes masculinos: irresistibles, seductores, elegantes, la mayoría con el legendario Pony impreso como emblema.
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Muchos han cultivado una relación larga y muy personal con la firma Ralph Lauren que va más allá de vestir una clásica polo. Se trata de una conexión emocional con sus aromas limpios y frescos, que seducen los sentidos, que evocan momentos memorables, nos recuerdan a seres especiales y se convierten en parte de nuestra vida diaria. De ahí que podemos concluir que Polo 67 no es una fragancia más, es un perfume para el hombre que se atreve a soñar, una mezcla cautivadora que redefine la frescura…sensualidad empapada de luminosidad y calidez.
