El primer paso de la rutina diaria de belleza es el más importante. Si la piel no está bien limpia no recibirá los beneficios de los productos que aplicas a continuación. Aprende aquí como elegir la mejor limpiadora según tu tipo de piel.
El entusiasmo de las fiestas ya pasó y despojada de la magia navideña, la vida parece seguir tal como antes. ¿Y la lista de resoluciones? ¿Cómo vamos en el intento de crear o mantener hábitos saludables de belleza? ¿Estás cumpliendo tu rutina por la mañana y antes de dormir?
Dicen los expertos en formación de hábitos que dar el primer paso es clave para lograr cumplir un propósito. En nuestro caso, reforzar la limpieza nos empujará naturalmente a continuar con los siguientes pasos que conforman el ritual beauty.
Aunque nos neguemos a aceptarlo, a veces nos cuesta ir al lavabo y cumplir el paso más importante de la rutina: la limpieza. Vamos a regañadientes, con sueño o cargando el cansancio del día, pero cuando ya estamos ahí, frente al espejo, retirando todo rastro de polución o maquillaje que atenta contra nuestra piel, sintiendo frescura y confort, instantáneamente nos animamos y seguimos todo el proceso de principio a fin.
Si eres de las que piensa dos veces antes de cumplir con ese requisito déjame recordarte que la limpieza es el paso más importante de la rutina de skincare. Y no me refiero a improvisar con un par de toallitas. Si no te lavas apropiadamente y con el producto adecuado, entonces el resto de los tratamientos que apliques no serán tan efectivos como deseas ni penetrarán adecuadamente en la piel. Remover el sucio, bacterias, polución y restos de maquillaje es esencial para mantener la piel saludable. No lavarnos el rostro equivale a dejar los poros obstruidos, dejando la piel en mayor riesgo de brotes, irritaciones, etcétera.
Algunos consejos prácticos y útiles para una buena limpieza van desde usar agua templada; nunca demasiado caliente, que pueda irritar o secar la piel, o demasiado fría, que tape los poros. Cuando te limpies, dedica unos minutos a masajear con el producto, realizando movimientos circulares en todas las áreas del rostro y luego aclara con agua. En el ritual nocturno es recomendable realizar dos veces el paso de la limpieza para remover adecuadamente el polvo, maquillaje y filtro solar. La primera lavada elimina la bacteria y polución y la segunda, que es más profunda, elimina impurezas y piel muerta.
Ahora, ¿qué tipo de producto elegir? Aunque depende de tus preferencias, lo ideal es usar el que mejor se adapte a tu tipo de piel. Una buena limpiadora debe provocar sensación de frescura, no irritar y no dejar una sensación de resequedad o tirantez. Para no complicarte, sigue la guía básica a continuación:
Limpiadora en crema o leche
Ideal para: todo tipo de piel, particularmente seca o sensible.
Ventajas: son más suaves e hidratantes que limpiadores en espuma o gel.
Te recomendamos: Crema Multiacción Limpíadora y Humectante Perfectly Clean by Estée Lauder, su delicada fórmula acondiciona y nutre la piel sin secarla, dejándola con una sensación suave, flexible y cómoda. Además, la puedes usar como mascarilla; Crema Desmaquillante Calmante Pure Camomille by Yves Rocher, recomendada para pieles sensibles, tiene una textura cremosa fundente que limpia la piel sin resecarla y Leche Desmaquillante Piel Normal a Mixta by Biotherm, un fluido refrescante que deja la piel suave y purificada.
Espuma limpiadora
Ideal para: piel normal, mixta, grasa o con tendencia al acné.
Ventajas: suele ofrecer beneficios de limpieza más profundos, por lo que son efectivas para pieles grasas y propensas al acné. Se sienten ligeras en la piel y dejan el cutis con una sensación fresca y ultra limpia.
Te recomendamos: Purifying Gentle Foaming Cleanser by Clarins, enriquecida con extractos de Reina de los Prados bio y con un derivado del ácido salicílico, que purifican la piel y limitan la producción de grasa; Blanc Divin Espuma Purificante Iluminadora by Givenchy, limpia el rostro en profundidad, elimina las impurezas y pone fin a la piel apagada y Espuma Multi Acción Limpiadora y Purificante Perfectly Clean by Estée Lauder, limpia a profundidad gracias a su combinación de ingredientes botánicos y minerales. También puede usarse como mascarilla purificadora.
Gel limpiadora
Ideal para: piel normal, combinada, grasa o propensa al acné.
Ventajas: tiende a ser adecuado para los mismos tipos de piel que los limpiadores en espuma. La decisión depende de tus preferencias personales.
Te recomendamos: Anti-Blemish Solutions™ Cleansing Gel by Clinique, medicado y libre de aceite, contiene ácido salicílico que ayuda eliminar los brotes y los puntos negros, destapa los poros y ayuda a controlar el exceso de grasa; Pure-fect Skin Gel by Biotherm, con fragancia cítrica y floral y textura fresca y pura, deja la sensación de una piel limpia y Gel Éclat by Lancome, fina y untuosa que se desliza por la piel para eliminar las impurezas con suavidad.
Agua Micelar
Ideal para: todo tipo de piel.
Ventajas: se recomienda para todo tipo de piel, especialmente para una limpieza rápida, si tienes poco tiempo. Lo ideal es usarla para una rutina matutina suave.
Te recomendamos: Lightful Micellar Make Up Remover by MAC, elimina instantáneamente el maquillaje a la vez que proporciona hidratación para evitar la sequedad de la piel; My Clarins Re-Move Micellar Water, hecha a base de plantas para refrescar la piel limpia, despejada y fresca en un solo paso, sin necesidad de enjuagar y Agua Micelar L'Oréal París, su fórmula consta de 2 fases: micelar + óleo. Limpia, desmaquilla, previene irritaciones, hidrata, suaviza. Un producto que no requiere enjuague y además no deja sensación grasosa en la piel. Eliminar hasta el maquillaje a prueba de agua.
